Las grandes corporaciones suelen tener un departamento de Recursos Humanos (RR.HH). Cuando estas compañías necesitan contratar personal, este departamento se encarga de hacerlo mediante métodos específicos, que apuestan a una evaluación criteriosa de los currículums que envían los candidatos que quieren trabajar en la empresa. En ocasiones, estas corporaciones contratan a consultoras para realizar esta tarea (no todas tienen RR.HH. propios, por lo que tercerizan este servicio), y algunas compañías de mediano tamaño les siguen el ejemplo.
Sin embargo, buena parte de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que representan alrededor del 70% de los empleos en el país, no sólo no tienen departamento de RR.HH., sino que tampoco acuden a una consultora cuando necesitan un nuevo empleado/a. Usualmente, publican sus anuncios laborales en sitios como, por ejemplo, Bumeran, Zonajobs, y Computrabajo, o en algunos casos directamente en Facebook/Instagram/Twitter/Linkedin. Además, como se trata de empresas pequeñas, también les piden a sus empleados que publiquen la búsqueda en sus redes sociales o, en todo caso, recomienden a un amigo o familiar.
En estos casos, los encargados de evaluar los CV de los candidatos no siempre están capacitados en la materia, lo que provoca que los criterios de evaluación curricular difieran de los estándares que manejan los especialistas. Es común que, cuando se generan estas búsquedas dentro de las Pymes, quien haga la selección sea tu próximo jefe/a, pero su jerarquía en la empresa no garantiza que sepa elegir a quién entrevistar, y mucho menos a quién contratar.
¿Cómo hacer, entonces, para que tu currículum se amolde a tantos criterios distintos?
Es difícil cubrir los intereses de tantas potenciales miradas distintas en un CV, que además (para que lo lean completo) no tiene que ser muy largo, y debe contener información que permita conocer al candidato antes de entrevistarlo.
Por eso, una de las claves es eliminar la información que está de más. A continuación, les compartimos algunos ejemplos (basados en la experiencia de reclutadores) de ítems que no tenés que incluir necesariamente en tu currículum vitae:
Dirección
No es necesario aclarar calle y altura, con poner la zona alcanza. Por ejemplo, es recomendable incluir un ítem que diga “Residencia: Florida, Vicente López”, sin mayor detalle.
DNI, CUIL
Conviene incluirlos preferentemente cuando el anuncio laboral los solicita.
Estudios primarios
Si terminaste el secundario, se entiende que finalizaste el primario. Si estás estudiando en la universidad o en un instituto terciario, se deduce que completaste el secundario. Es decir, mejor incluir solamente el último estudio cursado. Vale aclarar que, en el caso del secundario, puede haber excepciones si el mismo tuvo una formación específica (por ejemplo, técnica).
Promedio académico
Para muchos empleadores está sobradamente comprobado que, en un trabajo que no requiere estudios específicos, probablemente no tenga demasiada injerencia tu promedio escolar. Si tuviste 6, 8 o 10 en el secundario, no modifica mucho el panorama, puesto que probablemente sólo tengas que atender un teléfono, una caja, o limpiar un local.
Experiencias no competentes
¿Completaste un curso de pastelería? ¡Felicitaciones! Pero no lo incluyas en tu CV si estás aplicando para un empleo de administrativo contable, a menos que quieras iniciar un comité de pastelería en la empresa. Las hojas de tu currículum tienen que ser pocas y precisas, no malgastes espacio con información que sería más útil para otros empleos.
Para finalizar, te pedimos que por favor revises mil veces tu currículum antes de enviarlo, porque incluir información incorrecta o mala ortografía puede costarte una entrevista.
¡Éxitos en tus búsquedas laborales!
